Los sueños elevados del fotógrafo Tommy Ignberg explora las emociones del sujeto


Realizadas en blanco y negro, las composiciones fotográficas de Tommy Ignberg utiliza el lenguaje del surrealismo mas ortodoxo.  A través del que representa automatismos sociales, los deseos y sueños que de verdad se camuflan en nuestro interior aflorando desde el inconsciente.

Aunque deudor de las corrientes más ortodoxas del surrealismo de los inicios del siglo XX como René Magritte, Tommy que nació durante la década de los 80's en una localidad del interior de Suecia llamada Nyköping, donde ha residido salvo cortos periodos de  tiempo toda su vida.

Un arraigo a unos paisajes que se trasladan a sus hombres, donde añade elementos narrativos más contemporáneos o rinde homenaje de forma más o menos explícita a personajes y figuras. Que forman parte de nuestro imaginario colectivo, siendo relativamente fáciles de identificar para la practica totalidad de nosotros. 
 
Es esta combinación de elementos, tanto los de pertenecientes al territorio en el que ha crecido y donde ha pasado por lo tanto buena parte de su vida, y la alusion a acontecimientos protagonizados por figuras relevantes de nuestra cultura popular. La que crea la combinación en su medida justa a través de la que logra seducirnos como espectadores.

Una hermosa pequeña ciudad situada al sur de Estocolmo, cuyos tesoros naturales se convirtieron en el objeto idóneo que fotografía de casi manera compulsiva. Actividad a través de la que educó su peculiar mirada desde su más tierna infancia.

Actividad regular que de forma que casi sin darse cuenta, le proporciono, sin embargo los suficientes conocimientos sobre las características que debía reunir una fotografía para abordarla con unos resultados optimos. Y que tuvieran un componente no solamente creativo sino artistico, virtudes que sin duda ha adquirido en términos más que notables.

Experiencia que en primer momento adquirió usando como la mayoría de los fotógrafos profesionales usando una cámara analógica, para posteriormente pasarse casi de forma definitiva al bando de los que emplean para sus proyectos casi únicamente equipos digitales. 


LA FOTOGRAFÍA COMO TERAPIA EMOCIONAL

Cambio técnico que no solamente modifico el enfoque que aplicaba a la hora de acometer un trabajo fotografico. Sino que este cambio de habio lo pudo percibir cuando ya en el estudio, frente al ordenador utilizado como herramienta de postproduccion, retocaba y montaba cada toma, algo que contribuyó especialmente a su resultado artístico.


Pasando de una fotografía en la que dominaba el paisaje a montajes fotográficos surrealistas enriquecidos por otros elementos ajenos que tenía la oportunidad de introducir. Creando obras más instropectivas, cuyo guión se basa en nuestra condición y naturaleza humana, así como nuestras manifestaciones emocionales e intelectuales.

Este cambio en su método de trabajo se produjo hará cinco años en el transcurso de una serie de episodios complicados y que le afectaron profundamente. Detonante traumatico que lejos de hacerle desistir de su pasión por la fotografia, provoco que empezará a juguetear con algunas funciones de photoshop, creando montajes fotográficos surrealistas que reflejaban los diferentes estados de animo que estaba atravesando.



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